miércoles, 3 de septiembre de 2008

EL ANDAHUAYLAZO PRIMERA PARTE

PRIMERA PARTE
Han pasado más de tres año y medio del asalto a la Comisaría de Andahuaylas , conocido por la prensa como el Andahuaylazo y la historia se diluye en el tiempo, pero queda la secuela y un proceso que está en la etapa de Juicio Oral .
Este hecho , que en su momento acaparó la atención de la prensa mundial , llevado a cabo por más de 150 etnocacerista , liderados por el Mayor EP® Antauro Humala Tasso y el capitán “Paiche” o “Pachas”, Capitán EP en retiro, Marco Antonio VIZCARRA , segundo al mando , hoy día no despierta interés en la prensa abocada más en buscar noticias escandalosas o que satisfagan el apetito voraz de un lector que está más interesado en la enredos de la farándula que otra cosa.
Pocos realmente conocen los entretelones de cómo sucedió el asalto y la toma de la Comisaría Sectorial de Andahuaylas que tuvo como secuela sangrienta la muerte de cuatro policías en la madrugada del 2 de enero del 2005; asimismo, muchos desconocen las peripecias que pasaron los policías rehenes para sobrevivir durante los cuatros días y medio que duró la toma de la Comisaría ( de la madrugada del 1 de enero 2005 hasta el mediodía del 4 de enero 2005 , fecha en que Antauro Humala se rindió y entregó las armas, la mayoría obtenida de la armería del local de la Comisaría).
Para reconstruir estos hechos que sean fácilmente digerible por el lector, creo que no existe mejor método que acudir a los testimonios de las mismas víctimas o agraviados, los policías que fueron tomados como rehenes .
Durante la reconstrucción histórica de los hechos vamos a conocer que durante el tiempo que duró el asalto y la toma de la Comisaría de Andahuaylas, un policía permaneció más de dos días y medio escondido en el umbral del techo de la misma sin ingerir alimentos ni agua, todos los días, los policías - rehenes eran maltratados física y psicológicamente, permanecían vigilados por cuatro o cinco reservistas quienes les apuntaban con sus armas , los amenazaban que iban a matarlos si intentaban fugarse , maltratados con frases de grueso calibre “ perros miserables, sirvientes del coquero Toledo”, no se les permitía hacer uso de los servicios higiénicos, se les obligaba a miccionar o defecar en baldes plásticos.}
Si sus familiares les traían comida, les entregaban media ración o ninguna, el resto quedaba para los asaltantes.
Los rehenes permanecían todo el día maniatados y colocados en espacios reducidos. En la noche ,eran trasladados al depósito de muebles donde dormían de pie o en el suelo ,encima de colchones improvisados o sucios cartones.
El policía que se acercaba confiado pensando que eran soldados de la patria, caían de rehén e inmediatamente era pasado al grupo de rehenes , pero después de vejarlo, humillarlo, despojarlo de sus borceguíes, armamento de uso personal , prendas , dinero, alhajas, tarjetas Multired , celulares, etc.
Al día siguiente, los policías –rehenes veían impotentes como sus prendas , zapatos, armamento, era usado por los etnocaceristas .
El asalto y la toma de la Comisaría coincidió con la celebración de una fiesta costumbrista religioso-patronal por año nuevo que estaba en su momento cúspide en la Plaza de Armas de Andahuaylas. Esa noche, un aproximado de dos mil pobladores de todo nivel social se habían dado cita para celebrar esta fiesta anual donde se congregan lo más graneado del, incluso, habían invitados notables que habían llegado de la capital, como el congresista , Edgar Villanueva Núñez.
La fiesta había empezado a las de la tarde y en momentos del asalto ( entre las tres y media a cuatro de la noche) , estaba en su mejor momento , había reventado castillos que se mezclaban con el ruido de las armas de los etnocaceristas y se repartía gratis el famoso aguardiente de caña mezclado con jugo de naranja o té que permitía menguar el frío helado de las madrugadas de esta provincia cuya temperatura llega a bajar hasta cinco grados . .
Nadie esperaba que esa noche de año nuevo, el nombre de este pueblo, uno de los pobres del país y abandonado a su suerte, se iba a colocar en primera plana de las noticias a nivel mundial . Todos seguían la noticia porque había un grupo denominado “etnocacerista “ que pensaba desatar una revolución en cadena, levantando primero un cuartel del ejército peruano, después otro, hasta derrocar al “coquero Toledo” , como llamaba el líder, Antauro Humala, al presidente de aquel entonces, Alejandro Toledo Manrique .
Antes de este hecho, en el pueblo de Andahuaylas, la presencia de los etnocaceristas era parte del folclor, a nadie les llamaba la atención, como en muchos pueblos del país .
Los veían , vestidos con pantalones camuflados del ejército peruano, polos negros con el logo del Ejército Peruano y en la parte posterior del polo la palabra “Reservista”, vendiendo por las calles y alrededor de la Plaza de Armas , el periódico “Ollanta”, que en su momento estelar, llegó a editar 150 mil ejemplares y se distribuía a nivel nacional . El encargado de esta distribución era el Capitán “Paiche” o “Pächas”( Marco Antonio Vizcarra) .
Nunca llamó la atención la presencia de los etnocacerista, tal es así que el 30 de diciembre 2004, días antes del asalto a la Comisaría, dos policías que trabajaban en la unidad de investigaciones , intervienen a diez personas que llegaban a la ciudad con mochilas, pensando que eran narcotraficantes , pero los dejan ir al comprobar en las primeras diligencias investigativas que eran del Movimiento Etnocacerista que llegaban a la zona para asistir a una conferencia en la Casa del Maestro .
EL ASALTO
Eran las tres y media de la noche del primero de enero dos mil cinco en el pueblo de Andahuaylas y no había pasado ni una hora desde que el SO3 PNP el SO3 PNP José Efraín BERROCAL CARTOLIN se había relevado en el servicio de puerta principal con el SOT3 Edgar ARIAS MUNARES .
Esa noche como otras era fría y cerrada y el suboficial centinela se frotaba las manos intentando en vano espantar el frío intenso que le penetraba hasta los huesos.
Mientras soplaba en la cavidad formada en la mano derecha, en la penumbra porque las calles del pueblo carecen de buena iluminación o no la tienen, observó que a media cuadra se acercaba una patrulla de uniformados conformada por 15 a 20 soldados , todos vestidos con uniformes camuflados del EP.
También se dio cuenta que la mayoría portaba fusiles FAL, otros , fusiles HK, G3 , culata plegable y fija en un número indeterminado , revólveres , pistolas, granadas de fusil instalaza API y Norinko , cacerinas, así como escopetas de diferente calibre .
Al llegar a la altura donde se encontraba , la patrulla se para y le da frente, acercándose dos oficiales, portando pistolas al cinto , al parecer de mayor graduación, uno tenía cuatro galones en el gorro y el otro , tres galones .
El mayor se acerca y le da la mano , saludándolo con la siguiente frase : “técnico , buenos días, así es nuestro trabajo , ya habrá momentos para festejar , le deseo feliz año nuevo “.
Después del saludo, da un paso atrás . El capitán se acerca al centinela y le extiende la mano diciéndole: “feliz año” .
Pero esta vez no lo suelta y con un movimiento rápido , jala al centinela hacia él , tratando de llegar al fusil AKM que tenía el policía y empiezan a forcejear . .
El SOT3 José Efraín BERROCAL CARTOLIN trata por todos los medios de que no le quite el fusil AKM que utilizaba para el servicio, pero es rodeado y reducido con una pistola colocada a la altura de su cuello , luego arrojado al suelo y le colocan un pie en la espalda mientras lo amenazan : “ Suelta el arma, concha tu madre “.
El policía se aferra al fusil como su vida y empieza a gritar pidiendo auxilio, mientras le llueve una andanada de puntapiés en diferentes partes del cuerpo.
En esos momentos pierde el conocimiento. Cuando lo recupera, se dio cuenta que ya no tenía el fusil , entonces , mira hacia dentro de la Comisaría y observa que todas las luces del local estaban prendidas, tanto del primer como segundo piso y que los asaltantes preguntaban a sus compañeros - tirados en el suelo- dónde estaba el armamento.
Los asaltantes cuando se dan cuenta que el centinela había recuperado el conocimiento, nuevamente empiezan a golpearlo para que les diga dónde estaban las armas. Berrocal , para desviarlos, les dice que no sabe porque recién había sido cambiado a Andahuaylas.
En esos momentos, se siente el ruido de un pesado cuerpo que cae del segundo piso encima del capote de un vehículo blanco incautado que estaba estacionado en el interior de la Comisaría .
Era el Suboficial de Tercera , Ciro PORROA , que había sido arrojado del segundo piso por los etnocacerista .
El ruido de la caída del policía se mezcla con un ruido sibilantes de la fuga de gas de dos bombas lacrimógena que algún policía había arrojado al patio ; humo que se expandió rápidamente por todos los rincones del primer piso que descontroló a los asaltantes , situación que es aprovechada por Berrocal para zafarse de sus custodios que lo habían cogido de los brazos y corre hacia el vehículo del Comisario que esa noche se había quedado en el interior del local y procede a llamar por la radio pidiendo auxilio a las unidades móviles que cubrían servicio de inamovilidad por inmediaciones de la Plaza de Armas , los patrulleros , PO-33, PO-34, PO-35, P0-37 y PO-38.
Repite hasta el cansancio que la Comisaría estaba siendo asaltada y necesitaban apoyo.
Disipado el humo, los etnocaceristas vuelven a tomar el control de la situación, con empujones, golpes e insultos, sacan a los policías hacia el exterior del local, reuniéndolos a todos mientras los asaltantes los apuntaban con sus armas.
Cada cierto tiempo, llegaban más policías traídos por los etnocaceristas, algunos reducidos porque se entregaban como mansas palomas pensando que los uniformados eran fuerza amiga .
Los policías se acercaban confiados a los uniformados y los confundían como soldados del EP , entonces, eran tomados como prisioneros y conducidos a la Comisaría como rehenes, luego , despojados de sus borceguíes, armamento de uso personal, las prendas que usaban. Les robaron sus dineros, alhajas, tarjetas multired del Banco de la Nación, celulares, etc.
Al escucharse tiros por la Avenida Martenelli y la intercepción de la Avenida Ramón Castilla , los vuelven a meter dentro de la Comisaría .
Mientras sucedían estos hechos, el SOT3 PNP ROLANDO ESCOBAR ESTRADA, un agente de inteligencia que trabajaba en la oficina de inteligencia de la Comisaría y que esa noche estaba cubriendo servicio de inamovilidad absoluta en la Plaza de Armas con motivo de la fiesta costumbrista, seguía atento con sus miradas los movimientos de todos los invitados principales de la fiesta costumbrista.
Este policía más tarde caería como rehén, pero antes, al escuchar las sirenas de los patrulleros que se dirigían a la Comisaría, caminó hacia el local para ver que sucedía , acercándose de manera sigilosa hacia la puerta principal por detrás de la Comisaría , pero es visto por cuatro camuflados que portaban armas de fuego, es recudido a golpes y llevado junto a los demás rehenes que estaban con la espalda pegados a la pared de entrada de la Comisaría.
EL COMISARIO

2 comentarios:

Anónimo dijo...

interesante!! no tienen mas datos de lo ocurrido..

BENEDICTO JIMENEZ dijo...

puedes revisar en etiquetas de los blogs "pacificador2008" o "PACIFICADOR2008" y vas a encontrar la segunda y tercera parte(final) del Andahuaylazo

TESTIMONIO BENEDICTO EN MEGAJUICIO FUJIMORI

KETIN CON VLADIMIRO CONVERSAN SOBRE BENEDICTO Y MARCOS MIYASHIRO 25DIC1999