El próximo 30 de marzo se cumplirán cuatro años desde la promulgación de la Ley 28480 que reformó el artículo 34° de la Constitución Política del Perú que impedía este derecho, ahora se lee de manera textual lo siguiente :
“Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía nacional tienen derecho al voto y a la participación ciudadana. No pueden postular a cargos de elección popular, participar en actividades partidarias o manifestaciones y realizar actos de proselitismo, mientras no hayan pasado a la situación de retiro, de acuerdo a ley”
Por primera vez en la historia del país se le concedió a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional de Perú el derecho de votar y ejercer sus derechos de participar en la vida política del país, tal como sucedió con el voto de la mujer (1955), el establecimiento de la ciudadanía a partir de los 18 años (1978) y el voto de los analfabetos adultos (1980).
Antes de la promulgación de la Ley 28480, los militares y policías eran considerados "ciudadanos de segunda", "bichos raros" que no tenían cabida en la sociedad peruana,.
En los momentos más traumáticos y álgidos de nuestra historia, los gobiernos llaman desesperados a las fuerzas del orden para que calme la situaciión. Padado el temporal, volvían a ser los más odiados, despreciados, marginados , mal pagados.
Este derecho es una reinvidicación a la dignidad, naturaleza humana y expectativas de este sector poblacional para que puedan elegir libremente a sus representantes en el gobierno o contar con representantes en el Congreso que velen por sus derechos, como lograr un sueldo digno, decoroso, justo, que permita asegurar el futuro de nuestros hijos.
La primera vez que ejercieron este derecho fue en las elecciones políticas generales del 2006 , participando activamente en el proceso electoral , no solo respaldando la seguridad del evento sino también emitiendo su voto en las urnas.
Así se despejó el temor y la duda de ciertos " cavernícolas congresistas " que en el debate se opusieron a este derecho mencionando que los militares y policías eran irresponsables, que podían ser fácilmente manipulables, que sus jefes podían influenciar en su decisión, irían presionados a las urnas, etc. Y, una retahíla de estupideces que no vale la pena recordar .
Además del voto en las urnas, los militares y policías tienen derecho de participación , según la Ley N° 26300 ( Ley de Participación y Control Ciudadanos) en la iniciativa de reforma constitucional, iniciativa de formación de leyes, referéndum, iniciativa en la formación de dispositivos municipales y regionales y otros mecanismos de participación establecidos por la presente ley para el ámbito de los gobiernos municipales y regionales.
La reglas para la votación son claras . En el momento de las elecciones, los miembros de las FFAA y PNP acuden a votar de civil o con uniforme – los que estaban de servicio- sin portar armas cuando ingresaban a la mesa de sufragio a emitir su voto.
Las oficinas Descentralizadas de Procesos Electorales (ODPE) habían previsto en cada local de votación un ambiente cerrado para que los militares y policías dejen sus respectivas armas y los miembros de las mesas de sufragio les brindaban todas las facilidades para que el voto sea rápido y puedan volver a su servicio .
Como es lógico, los miembros de las FFAA y PNP en actividad , están sujetos a ciertas prohibiciones : no pueden ser candidatos en los procesos electores, no pueden ser miembros de mesas , personeros de organizaciones políticas, realizar actividad proselitista o partidaria dentro de los cuarteles y otras dependencias, realizar propaganda electoral a favor o en contra de un candidato, organización política u opción electoral o participar vistiendo uniforme en manifestaciones y otros actos de carácter político.
A pesar de haber transcurrido cuatro años desde la promulgación de la ley , todavía existe mucho pan que rebanar, no se ha logrado mucho en la entronización de lo que realmente significa democracia en la mente y corazón de militares y policías , no se aplica realmente el sistema democrático en su verdadera acepción y significado .
Muchos militares y policías , entre los 147 mil miembros que acudieron a las urnas el año 2006, todavía consideran y piensan que democracia es igual a votar cada cinco años y después esperar que transcurra el tiempo y nuevamente ir a las urnas.
Eso no es democracia.
La democracia es forma de pensar , estilo de vida, es concertar, dialogar, ser tolerante, escuchar las opiniones, brindar los escenarios adecuados para que las reglas de juego de la democracia se practiquen.
La primera experiencia en las urnas que se tuvo en las elecciones del 2006, para muchos militares y policías, fue frustrante . Se pagó el noviciado.
Después de estas elecciones, nos dimos cuenta que no contamos con una clase o categoría dirigencial , auténtica, verdadera, honrada, que no solo cuide sus intereses personales , entre los miembros de las FFAA y PNP ; representantes que aglutinen, sumen, sepan concertar y no dividir .
Esto explica el hecho de que no se haya logrado éxito en las elecciones para el Congreso con la desventaja que no se cuenta con verdaderos representantes de este sector, o sea, parlamentarios que velen por sus derechos.
La alegría de participar en las primeras elecciones en el 2006 se tornó en desilusión.
La inexperiencia , la falta de unión entre los representantes de las instituciones y asociaciones que representan los distintos gremios en las FFAA y PNP, los diferente criterios en las distintas jerarquías, incluso entre los miembros que están en actividad y retiro, hizo que los votos de los militares y policías se diluyeran o se perdieran en candidatos que no lograro su objetivo o en políticos "vendedores de cebo de culebra" que una vez alcanzado el curul, se olvidaron de sus promesas .
Por otro lado , la mayoría de sus representantes pecaron de ingenuidad al brindar confianza y apoyo electoral colegiado a “ políticos matreros” que engañaron con sibilinos discursos .
Prometieron que al día siguiente de ganar las elecciones iban a darnos aumento de sueldo o pensión o aplicar de manera plena y efectiva el Decreto Supremo 213 -90-EF del 19 de julio 1990, el decreto que firmó Alan García en las postrimerías de su primer gobierno . Nada de ello ocurrió , toda fue una “mecida”.
Los militares y policías en retiro que participaron en la contienda electoral , pecaron de ingenuidad y desconocían el terreno que pisaban .
Muchos entraron a la lid electoral sin conocer que el mercado político es bastante estrecho y que detrás de cada contienda , aparentemente limpia, existen la prensa y las encuestadoras que juegan su partido aparte y desde el comienzo de la contienda electoras, sus “ corazoncitos” ya se inclinan hacia cierto candidato; inclinación, por cierto, nada gratis .
Los candidatos desconocían que el ciudadano “sobreviviente “ del pueblo marginal , que vive en las periferias , se ha hecho al dolor y considera que la política es mafia, ratería , no da de comer y cuando se acercan los candidatos a busca su voto, lo venden al mejor postor y no siempre por un kilo de azúcar , arroz o lentejas, eso era antes , ahora el voto ya no se compra con un plato de lentejas.
por el lado del elector peruano, aquel que vive en los barrios marginales y sabe que los políticos sólo los buscan en la étapa de elecciones, han aprendido a valorar su voto , saben que tiene un valor y si antes lo vendían por un plato de lentejas, un polito o un kilo de arroz, ahora exigen algún artefacto electrico de la “línea blanca”( televisor, cocina, refrigerador , etc.)
Esto lo sabe , lo conoce y lo maneja a las mil maravillas el equipo electoral de actual alcalde de Lima.
El pueblo sabe que la política no da para comer y que los más humildes o desherados de estas tierras en donde nació " El Cholo Sagrado" , no tienen derecho a ingresar al sacrosanto mercado político porque es demasiado estrecho y solo está reservado para los Diez Canseco, De la Puente, Toledo, Flores, Del Castillo, etc.
La primera experiencia debe servir de lección para las elecciones venideras.
Cuando los militares y policías que sufragan cuenten con auténticos dirigentes o representantes del gremio , cuando las instituciones o asociaciones dejen de lado sus discrepancias y se unan hacia un solo objetivo, cuando los candidatos que emerjan de este sector de la población sean conscientes que política es un drama o una escena reducida para muy pocos, cuando sepan que el elector peruano no es el mismo de antes, cuando se dén que los políticos de viejo cuño sólo se acercan o buscarlos en ciertas épocas para engatuzarlos o venderles ilusiones y cuando los policías no tengan que pedir permiso para escribir un libro al comando policial ; entonces, estaremos hablando que se está avanzando de manera segura y firme en las sendas de la democracia , y nunca más , los policías y militares sentirán frustración después de cada elección política.
“Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía nacional tienen derecho al voto y a la participación ciudadana. No pueden postular a cargos de elección popular, participar en actividades partidarias o manifestaciones y realizar actos de proselitismo, mientras no hayan pasado a la situación de retiro, de acuerdo a ley”
Por primera vez en la historia del país se le concedió a los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional de Perú el derecho de votar y ejercer sus derechos de participar en la vida política del país, tal como sucedió con el voto de la mujer (1955), el establecimiento de la ciudadanía a partir de los 18 años (1978) y el voto de los analfabetos adultos (1980).
Antes de la promulgación de la Ley 28480, los militares y policías eran considerados "ciudadanos de segunda", "bichos raros" que no tenían cabida en la sociedad peruana,.
En los momentos más traumáticos y álgidos de nuestra historia, los gobiernos llaman desesperados a las fuerzas del orden para que calme la situaciión. Padado el temporal, volvían a ser los más odiados, despreciados, marginados , mal pagados.
Este derecho es una reinvidicación a la dignidad, naturaleza humana y expectativas de este sector poblacional para que puedan elegir libremente a sus representantes en el gobierno o contar con representantes en el Congreso que velen por sus derechos, como lograr un sueldo digno, decoroso, justo, que permita asegurar el futuro de nuestros hijos.
La primera vez que ejercieron este derecho fue en las elecciones políticas generales del 2006 , participando activamente en el proceso electoral , no solo respaldando la seguridad del evento sino también emitiendo su voto en las urnas.
Así se despejó el temor y la duda de ciertos " cavernícolas congresistas " que en el debate se opusieron a este derecho mencionando que los militares y policías eran irresponsables, que podían ser fácilmente manipulables, que sus jefes podían influenciar en su decisión, irían presionados a las urnas, etc. Y, una retahíla de estupideces que no vale la pena recordar .
Además del voto en las urnas, los militares y policías tienen derecho de participación , según la Ley N° 26300 ( Ley de Participación y Control Ciudadanos) en la iniciativa de reforma constitucional, iniciativa de formación de leyes, referéndum, iniciativa en la formación de dispositivos municipales y regionales y otros mecanismos de participación establecidos por la presente ley para el ámbito de los gobiernos municipales y regionales.
La reglas para la votación son claras . En el momento de las elecciones, los miembros de las FFAA y PNP acuden a votar de civil o con uniforme – los que estaban de servicio- sin portar armas cuando ingresaban a la mesa de sufragio a emitir su voto.
Las oficinas Descentralizadas de Procesos Electorales (ODPE) habían previsto en cada local de votación un ambiente cerrado para que los militares y policías dejen sus respectivas armas y los miembros de las mesas de sufragio les brindaban todas las facilidades para que el voto sea rápido y puedan volver a su servicio .
Como es lógico, los miembros de las FFAA y PNP en actividad , están sujetos a ciertas prohibiciones : no pueden ser candidatos en los procesos electores, no pueden ser miembros de mesas , personeros de organizaciones políticas, realizar actividad proselitista o partidaria dentro de los cuarteles y otras dependencias, realizar propaganda electoral a favor o en contra de un candidato, organización política u opción electoral o participar vistiendo uniforme en manifestaciones y otros actos de carácter político.
A pesar de haber transcurrido cuatro años desde la promulgación de la ley , todavía existe mucho pan que rebanar, no se ha logrado mucho en la entronización de lo que realmente significa democracia en la mente y corazón de militares y policías , no se aplica realmente el sistema democrático en su verdadera acepción y significado .
Muchos militares y policías , entre los 147 mil miembros que acudieron a las urnas el año 2006, todavía consideran y piensan que democracia es igual a votar cada cinco años y después esperar que transcurra el tiempo y nuevamente ir a las urnas.
Eso no es democracia.
La democracia es forma de pensar , estilo de vida, es concertar, dialogar, ser tolerante, escuchar las opiniones, brindar los escenarios adecuados para que las reglas de juego de la democracia se practiquen.
La primera experiencia en las urnas que se tuvo en las elecciones del 2006, para muchos militares y policías, fue frustrante . Se pagó el noviciado.
Después de estas elecciones, nos dimos cuenta que no contamos con una clase o categoría dirigencial , auténtica, verdadera, honrada, que no solo cuide sus intereses personales , entre los miembros de las FFAA y PNP ; representantes que aglutinen, sumen, sepan concertar y no dividir .
Esto explica el hecho de que no se haya logrado éxito en las elecciones para el Congreso con la desventaja que no se cuenta con verdaderos representantes de este sector, o sea, parlamentarios que velen por sus derechos.
La alegría de participar en las primeras elecciones en el 2006 se tornó en desilusión.
La inexperiencia , la falta de unión entre los representantes de las instituciones y asociaciones que representan los distintos gremios en las FFAA y PNP, los diferente criterios en las distintas jerarquías, incluso entre los miembros que están en actividad y retiro, hizo que los votos de los militares y policías se diluyeran o se perdieran en candidatos que no lograro su objetivo o en políticos "vendedores de cebo de culebra" que una vez alcanzado el curul, se olvidaron de sus promesas .
Por otro lado , la mayoría de sus representantes pecaron de ingenuidad al brindar confianza y apoyo electoral colegiado a “ políticos matreros” que engañaron con sibilinos discursos .
Prometieron que al día siguiente de ganar las elecciones iban a darnos aumento de sueldo o pensión o aplicar de manera plena y efectiva el Decreto Supremo 213 -90-EF del 19 de julio 1990, el decreto que firmó Alan García en las postrimerías de su primer gobierno . Nada de ello ocurrió , toda fue una “mecida”.
Los militares y policías en retiro que participaron en la contienda electoral , pecaron de ingenuidad y desconocían el terreno que pisaban .
Muchos entraron a la lid electoral sin conocer que el mercado político es bastante estrecho y que detrás de cada contienda , aparentemente limpia, existen la prensa y las encuestadoras que juegan su partido aparte y desde el comienzo de la contienda electoras, sus “ corazoncitos” ya se inclinan hacia cierto candidato; inclinación, por cierto, nada gratis .
Los candidatos desconocían que el ciudadano “sobreviviente “ del pueblo marginal , que vive en las periferias , se ha hecho al dolor y considera que la política es mafia, ratería , no da de comer y cuando se acercan los candidatos a busca su voto, lo venden al mejor postor y no siempre por un kilo de azúcar , arroz o lentejas, eso era antes , ahora el voto ya no se compra con un plato de lentejas.
por el lado del elector peruano, aquel que vive en los barrios marginales y sabe que los políticos sólo los buscan en la étapa de elecciones, han aprendido a valorar su voto , saben que tiene un valor y si antes lo vendían por un plato de lentejas, un polito o un kilo de arroz, ahora exigen algún artefacto electrico de la “línea blanca”( televisor, cocina, refrigerador , etc.)
Esto lo sabe , lo conoce y lo maneja a las mil maravillas el equipo electoral de actual alcalde de Lima.
El pueblo sabe que la política no da para comer y que los más humildes o desherados de estas tierras en donde nació " El Cholo Sagrado" , no tienen derecho a ingresar al sacrosanto mercado político porque es demasiado estrecho y solo está reservado para los Diez Canseco, De la Puente, Toledo, Flores, Del Castillo, etc.
La primera experiencia debe servir de lección para las elecciones venideras.
Cuando los militares y policías que sufragan cuenten con auténticos dirigentes o representantes del gremio , cuando las instituciones o asociaciones dejen de lado sus discrepancias y se unan hacia un solo objetivo, cuando los candidatos que emerjan de este sector de la población sean conscientes que política es un drama o una escena reducida para muy pocos, cuando sepan que el elector peruano no es el mismo de antes, cuando se dén que los políticos de viejo cuño sólo se acercan o buscarlos en ciertas épocas para engatuzarlos o venderles ilusiones y cuando los policías no tengan que pedir permiso para escribir un libro al comando policial ; entonces, estaremos hablando que se está avanzando de manera segura y firme en las sendas de la democracia , y nunca más , los policías y militares sentirán frustración después de cada elección política.
No hay comentarios:
Publicar un comentario