jueves, 11 de marzo de 2010

Yunis Herrera y la complicidad del silencio


El autor del libro LA COMPLICIDAD DEL SILENCIO, Luís. Fares Yunis Herrera, detective retirado con más de 20 años de servicios, egresado en 1983 del siempre recordado Centro de Instrucción de la Policía de Investigaciones ( CINPIP) , a través de su editor, Ricardo Ayllón Cabrejos, quien adjuntó una tarjeta personal del autor anotando la frase “ con los saludos de L. Fares Yunis Herrera”, hizo llegar al coronel Benedicto Jiménez un ejemplar de su primera edición , enero 2010.

En retribución a la que gentileza que tuvo el autor de enviarle su libro , el coronel Benedicto Jiménez como analista que piensa que los hechos - también los libros- deben pasar por el tamiz de la reflexión, el raciocinio, el análisis y la síntesis, realiza un esfuerzo de síntesis para hacer conocer la impresión que le dejó su lectura y el significado que encontró en él .

Si se toma en cuenta de que “ escribir es algo en sí mismo” y se le agrega la proeza de escribir y publicar un libro, esto de por sí, ya constituye todo un mérito que debe resalltarse .

¿ Cuál es la pretensión del autor?

Es la primera pregunta que viene a la mente frente a un libro .

Uno escribe para expresar algo o alcanzar un objetivo o simplemente, una pretensión.

El título del libro ( La complicidad del silencio) resulta bastante atractivo, despierta curiosidad y de golpe, te jala, te atrae.

Se sabe que existe la conspiración del silencio ( cuando todos callan para no divulgar un hecho o se hacen cómplice del silencio), pero, ¿ Complicidad del silencio?

Con ese título, bucear en el contenido del libro resultababa caminar en un camino cubierto de un manto de misterio.

Cuando empiezas la lectura de un libro, el lector espera encontrar una respuesta a llegar a descubrir la pretensión del escribidor en las 199 páginas que contiene el libro .

Pero , cuando el coronel Jiménez termina de leer el libro, no logra despejar sus dudas respecto a lla pretensión del autor , por lo que sigue aún un tanto intrigado .

Jiménez conoció al autor del libro, al igual que a muchos personajes que en él los menciona , la mayoría de la cantera de la ex Policía de Investigaciones, una institución que nunca debió desaparecer .

Entre los personajes que evoca en sus memorias el autor , sin dudas, brilla con luz propia el comandante José Navarro Sánchez , conocido como “Kala”, un oficial bastante parecido al autor en cuanto a inteligencia, temeridad, arrojo, audacia y valor .

Navarro Sánchez era delgado, atleta, cantante, líder, pero como Yunis, tenían un defecto- que para muchos es una virtud- : eran de aquellos que dicen “visto al guía”, yo voy primero, síganme.

Esta actitud, mezclada con su arrojo y temeridad, lo llevó a la muerte cuando comandaba una patrulla antiterrorista.

Se lanzó al río, atado a una cuerda, para pasar a la otra orilla. Sus colegas lo observaban. No obstante su preparación y fortaleza física, fue envuelto por las embravecidas aguas del río selvático, tragado por las aguas y después de varios días , apareció su cuerpo destrozado por troncos y maleza del río, y los animales del río y la selva peruana.

Para todos aquellos que conocieron y admiraron a “Kala”, su muerte fue una gran pérdida para la policía , era toda una promesa en cuanto a valores humanos y profesionalismo. Y, sobre todo, era “institucionalista”, digno hijo de la ex Policía de Investigaciones del Perú.

Yunis Herrera es de aquella estirpe de policías .

En varios pasajes de su libro menciona al recordado “Kala” , incluso, cuando se encuentra con él en Las Casuarinas y lo invita a trabajar al SIN , formando parte de la guardia pretoriana del ex asesor de Fujimori, Vladimiro Montesinos.

El libro es una autobiografía del autor y nos deja como lección de que el carácter cambia en los seres humanos .

Ese es el verdadero triunfo del hombre, pero también su tragedia.

Nos deja como lección también que todo hombre comete muchos errores durante la vida- eso es humano e inevitable- pero el secreto está en no cometer un error que nos lleve a la destrucción.

Pero cuando a uno le sucede lo peor y lo soporta, se siente el hombre más fuerte del mundo.

Luís Fares Yunis Herrera nos relata el romanticismo habitual del hombre joven , su gusto por las mujeres, las relaciones amorosas fugaces que marcaron su vida , pero al final, pudo encontrar esa sensación de verdadera fe en el amor que conduce a un compromiso espiritual y apasionado.

De una manera llana, serena, reflexiva, el autor extrae de sus recuerdos , pasajes de su infancia, juventud , adultez , de una manera asombrosa en cuanto a nombres, fechas, que deja la impresión que son imágenes de ayer .

Luego reflexiona evidenciando estados de ánimos distintos.

También destila sutilmente sus amarguras y frustraciones , gota a gota, en la época que estuvo como oficial y sus expectativas de ascenso fueron cortadas..

Impresiona el relato que hace sobre el operativo para eliminar a un terrorista , obligado por las circunstancias y doctrina antiterrorista que decía en aquel entonces “ el mejor terrorista es el terrorista muerto” .

En momentos de ejecutar el acto o eliminar al terrorista, se arrepiente y lo deja libre , porque nadie es Dios para decidir quién vive o muere.

A menudo la gente actúa en contra de sus propios intereses y arruina su vida por cuestiones de vanidad y orgullo. Recuerdo a muchos otros oficiales que menciona en su libro el autor como excelentes investigadores, audaces, inteligentes, temerarios, pero que arruinaron sus vidas por una cuestión de orgulloso o vanidad y hoy están condenados al ostracismo o purgan condena porque consideraban que podían cambiar el mundo aplicando doctrinas o métodos criminales como aquello de la “Ley de Talión”.

La experiencia en la lucha contra el terrorismo nos demostró de que no existe una estrategia más sabia que aplicar la inteligencia y respetar la vida del contrario, para demostrarles que mientras ellos asesinan, las fuerzas del orden respetan la vida; mientras ellos secuestran , las fuerzas del orden , protegen la libertad ; mientras el enemigo pretende desestabilizar el sistema democrático, nosotros defendemos la democracia , que mal que bien, sigue siendo un sistema perfectible . Que exista malos políticos , no quiere decir que defenestremos el sistema democrático.

El autoengaño conduce a las personas por caminos grises y los lleva directamente a la nada.

El libro deja la sensación de que el autor está entregado a una religión y que está alejado de los placeres mundanos. Pero alguien dijo una vez que resulta peligroso para todos que un hombre rechace todos los placeres de este mundo y dedique de lleno su vida a ayudar a sus semejantes.

Jiménez recuerda a Yunis como un hombre carismático, atleta, generoso de espíritu, un tanto impulsivo y exaltado, trasmitía energía.

Uno de los oficiales que más cerca estuvo de conseguir recibirse como comando del Ejército Peruano, un grupo élite. Situación que aún no logra superar .

Cuando recuerda los pasajes de su vida en la escuela de comandos del EP, se llena de nostalgia porque el autor se siente y es un comando.

Lo recuerda también como un detective que tenía un humor que lo utilizaba para aguijonear las hipocresías comunes y evolucionó hasta alcanzar una madurez sorprendente, dejando ver una excelente vena como escritor.

Como muchos oficiales , era capaz de ejecutar cualquier tarea que se le exigía y se sentía capaz de conquistar las alturas.

Es bueno saber que hoy no carga con la basura emocional del pasado o aquellos dolores o amargas experiencias, así como preocupaciones que no son útiles.

En muchos pasajes del libro, cuando evoca su niñez, juventud y adultez, nunca olvida la gratitud.

Yunis es de aquella estirpe de peruanos que jamás olvida a sus amigos porque considera que la sangre de ellos se mezcló con la suya en el campo de batalla y no necesita que nadie le recuerde la ayuda de otros .

Esto es loable en una sociedad donde la ingratitud campea y muchos consideran que llegaron a obtener éxito en la vida por sus propios méritos, cuando sabemos de que en el camino de la vida necesitamos siempre de amigos y personas que confíen en uno y lo ayuden alcanzar sus sueños .

ÉL se acuerda solo, por propia iniciativa , así lo dice y lo escribe.

Es evidente que ha cambiado y nuevos sentimientos lo acompañan, asume todas sus acciones del pasado, los revela con una franqueza impresionante, como una especie de catarsis – tal vez de ahí viene el título del libro – aún cuando sabe que se paga un alto precio por los errores que uno comete.

El libro también deja la sensación de que el autor , ahora alejado de la institución policial, es una persona libre, elige lo que desea, sus decisiones son tomadas con valor , desprendimiento y con cierta dosis de locura.

Muchos policías que aún forman parte de la institución policial ya quisieran tener la libertad de hablar o escribir sin mordaza, sin que los persigan, sin que los acosen o denuncien por ejercer una de las libertades fundamentales del ser humano – aquello que nos distingue de las plantas y las piedras-: LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y DIFUSIÓN DEL PENSAMIENTO.

Se recomienda su lectura y se ha ganado el mérito de la relectura , donde se encuentra el verdadero sabor de la lectura.

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